Apple dona 1.000 smartwatches para un nuevo estudio sobre trastornos alimenticios
Los relojes inteligentes de Apple están siendo usados por científicos de los Estados Unidos para controlar todo, desde los síntomas de la enfermedad de Parkinson hasta la depresión posparto. Y ahora, en un nuevo estudio, los investigadores pretenden ver qué tan bien estos relojes puede rastrear los trastornos de alimentación.
Para ello, la escuela de medicina de la Universidad de Carolina del Norte empezará un estudio llamado BEGIN, que significa Binge Eating Genetics Initiative, para comprender mejor la sobrealimentación. Las personas con trastorno de alimentación a menudo comen grandes cantidades de alimentos de forma incontrolable en un corto período de tiempo. Aquellos que siguen una conducta compensatoria como purgarse, ayunar o el ejercicio excesivo suelen ser diagnosticados con bulimia nerviosa.
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Cynthia Bulik, directora fundadora del Center of Excellence for Eating Disorders en UNC y una de los investigadores detrás de BEGIN, espera reclutar a 1.000 participantes de más de 18 años de edad, que tengan experiencia con el trastorno de apetito desenfrenado o la bulimia nerviosa. Una vez que se hayan inscrito, pueden registrarse a una aplicación móvil llamada Recovery Record, que está diseñada para ayudar a los usuarios a registrar sus pensamientos y sentimientos en formato digital, y compartir esa información con su médico antes de una sesión. Requiere unos 10 minutos diarios de participación.
Apple quiere ayudar a las personas con trastornos alimenticios a través de un nuevo estudio
Cada participante recibirá un reloj inteligente gratuito, cortesía de Apple, y los investigadores controlarán su ritmo cardíaco usando el sensor del dispositivo durante un mes para ver si hay picos antes de los episodios de atracones. Es probable que un episodio de atracones y purgas cause algún cambio biológico que aparezca en los datos del Apple Watch, según Bulik.
«Necesitamos recopilar datos de un montón de personas para ver qué aspecto tiene», dijo Bulik. «Queremos saber si tiene una firma biológica y de comportamiento».
Brian Baucom y Jonathan Butner, investigadores de la Universidad de Utah, están ayudando con el modelo estadístico una vez que se recopilan los datos.
El grupo de investigadores está persiguiendo un problema grande y con fondos insuficientes. Al menos 30 millones de personas en los EE. UU. padecen un trastorno alimentario, según la National Association of Anorexia Nervosa and Associated Disorders.
Los datos podrían proporcionar una forma para que los investigadores puedan predecir los incidentes de atracones antes de que sucedan. Eso podría llevar a un estudio de seguimiento sobre dónde podría ayudar algún tipo de alerta.
«Estamos interesados en averiguar qué sucede en el período de tiempo previo al atracón y la purga», dijo Jenna Tregarthen, CEO de Recovery Record. «Y esperamos poder anticipar y, en última instancia, cambiar el curso de ese episodio».
Además de ayudar con la parte del ritmo cardíaco del estudio, aquellos que se inscriban recibirán pruebas para analizar su genética y bacterias (o microbioma) para que los investigadores puedan comprender mejor las causas de la enfermedad. Una nueva empresa llamada UBiome enviará kits de prueba gratuitos a los participantes y realizará el análisis.