Deanna Recktenwald, una adolescente de 18 años residente en Florida, salvó recientemente su vida gracias a una advertencia enviada por su Apple Watch. Mientras se encontraba en la iglesia el pasado mes de abril, la chica recibió una notificación de su smartwatch según la cual su ritmo cardíaco en reposo había alcanzado los 190 latidos por minuto.
Tras haber sido llevada al hospital por su madre, los médicos determinaron que la joven padecía una enfermedad crónica de los riñones. De hecho, ambos riñones funcionaban al 20% de su capacidad y en los próximos años podría necesitar un trasplante.
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La madre de la chica quiso agradecerle a Apple por haber salvado la vida de su hija, por lo que le escribió una carta a Tim Cook, el CEO de la compañía.
“Nos sentimos enormemente agradecidos con Apple por haber desarrollado un producto que salva vidas”, dijo Stacey Recktenwald, la madre de Deanne, en la carta. “Si no hubiese sido por el Apple Watch no hubiéramos descubierto el problema con sus riñones”.
La sorpresa llegó unos días más tarde con una respuesta del propio Cook.
“Stacey, me alegra saber que tu hija está bien. Gracias por compartir su historia. Esto nos anima a seguir mejorando”.
Stories like Deanna’s inspire us to dream bigger and push harder every day. https://t.co/O7xJ9n1MHg
— Tim Cook (@tim_cook) May 1, 2018
El Apple Watch puede medir la frecuencia cardíaca de una persona en reposo, mientras entrena y también durante las sesiones de respiración, recuperación o al pasear, según Apple. La compañía también está realizando un estudio del corazón en colaboración con Stanford Medicine para mejorar aún más las capacidades de monitorización del ritmo cardíaco de su reloj inteligente.
Aparte del Apple Watch, los dispositivos de Fitbit también tienen la capacidad de identificar diversos problemas de salud, como la apnea del sueño, la hipertensión o la fibrilación atrial. Garmin es otra compañía que ha mostrado mucho interés en mejorar estas capacidades en sus relojes deportivos, razón por la cual ha emprendido una colaboración con el Centro Médico de la Universidad de Kansas.
